jueves, 29 de mayo de 2014

Así actúan los grupos de grafiteros en los trenes de la línea Sarmiento 


El Ministerio del Interior y Transpore difundió las imágenes captadas en diciembre pasado por las cámaras de seguridad en la estación Paso del Rey

miércoles, 1 de febrero de 2012

LAS CÁMARAS DE TIGRE DESTRUYEN LA COARTADA DE SFEIR DE QUE A LAS 9 DE LA NOCHE ESTABA EN SU CASA

VIERNES 13 DE ENERO DE 2012
Publicado por policiales Tigre, Argentina

Las imágenes muestran su recorrido desde Dique Luján hacia San Fernando donde vive.

Uno de los motivos por el cual el fiscal Cosme Iribarren pidió la detención de Daniel Sfeir en por las contradicciones que presentan sus declaraciones ante la Justicia y lo que muestras las cámaras del Centro de Operaciones Tigre la noche del 29 de diciembre.

Pese a que Sfeir declaró que estaba en su casa a las 21, las imágenes lo muestran pasando, entre las 21.20 y las 21.32, por distintos lugares de la Ruta 27, recorrido que hay que hacer desde Dique Luján a San Fernando. Luego se lo ve transitando la calle 25 de Mayo y la rotonda de Avenida Ubieto y Rocha, en dirección a su domicilio.

A las 21.08, su celular hace una llamada desde Dique Luján a un teléfono fijo, de acuerdo a la información brindada por las compañías telefónicas y eso, sumado a las cámaras, genera la certeza de que estaba en el lugar del crimen.

El fiscal solicitó todas las imágenes de las cámaras instaladas sobre los posibles recorridos desde Dique Luján hacia San Fernando.

Lo que muestran estas imágenes es sólo una de las numerosas contradicciones que aparecen en la declaración de Daniel Sfeir ante la Justicia, que pudieron corroborarse gracias a las 700 cámaras que instaló el municipio de Tigre y que son monitoreadas por 200 operadores desde el Centro de Operaciones Tigre (COT). Las imágenes son conservadas durante 30 días para aportar pruebas a la Justicia, como sucedió en este caso.

En las imágenes registradas el 29 de diciembre a las 17.20 por las cámaras de seguridad del municipio de Tigre, horas antes del homicidio, se ve al marido de la víctima, Daniel Sfeir junto a su amante, algo que había negado, cuando fueron a retirar un vehículo Fiat Uno blanco de un taller mecánico.
Justamente, el mecánico declaró que Sfeir le confirmó, al llegar al taller, su relación con la mujer que se muestra en el video.

La amante maneja el Fiat Uno y metros atrás la custodia el marido de la maestra en su Ford Ka bordó.
A las 17.26, la amante tiene un desperfecto mecánico y se detiene en una estación de servicio sobre la ruta 197. El hombre en el Ford Ka se pasa y pega la vuelta para asistir a la mujer. Minutos después (17.38) cambian de vehículo para proseguir su marcha.
Lo que demuestran estas imágenes es sólo una de las numerosas contradicciones que aparecen en la declaración de Daniel Sfeir ante la Justicia, y se pudieron corroborar gracias a las 700 cámaras que instaló el municipio de Tigre y que son monitoreadas por 200 operadores en el Centro de Operaciones Tigre (COT) además de conservar las grabaciones durante 30 días para aportar pruebas a la Justicia, como en este caso.

Policía frustró atraco por las cámaras de vigilancia

Bucaramanga - Colombia
Martes 31 de Enero de 2012 - 12:00 AM
Publicada por: REDACCIÓN JUDICIAL

Las cámaras de seguridad de la Policía Metropolitana permitieron frustrar el hurto del que fue víctima un ciudadano, a quien dos sujetos intimidaron con un cuchillo para despojarlo de sus pertenencias.
Los hechos se presentaron en inmediaciones del Parque Las Cigarras, en la Ciudadela Real de Minas, en momentos en que la víctima caminaba y fue interceptada por un sujeto.

Mientras el robo se ejecutaba, desde una de las cámaras del Centro Automático de Despacho de la Policía un uniformado reportó la situación a las patrullas del sector.

Durante cerca de un minuto la víctima forcejeó con el delincuente hasta que apareció en la escena otro sujeto que sacó un cuchillo y obligó al ciudadano a que le entregara sus pertenencias.
Ya con el botín en su poder los delincuentes emprendieron la huida. No obstante, el ladrón que portaba el cuchillo alcanzó a herir a la víctima en el pecho.

Segundos después de que la pareja de atracadores huyó, varias patrullas de la Policía iniciaron la persecución de los asaltantes, quienes finalmente fueron capturados en posesión de los elementos hurtados.
Los dos malhechores, de 18 y 20 años de edad, quedaron a órdenes de la Unidad de Reacción Inmediata, URI, de la Fiscalía, por el delito de hurto.

El ciudadano afectado recuperó sus pertenencias y fue atendido de la herida superficial que recibió en el pecho por parte de uno de los delincuentes.

Esta doble captura en flagrancia se da una semanada después de que entraron en funcionamiento 94 cámaras, que tuvieron un costo de $4.750 millones, instaladas en los puntos más críticos de seguridad.

Robo y agresión con arma blanca fueron registrados por las cámaras de seguridad



Gracias al seguimiento realizado con las cámaras de seguridad de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, se logró la captura en flagrancia de dos sujetos que hurtaron un celular a un ciudadano, a quien intimidaron con un arma blanca.
Luego de realizar el robo, los dos sujetos emprendieron la huida y minutos más tarde fueron capturados por policías del sector.
Publicada por: PAULA PIMIENTO/ VANGUARDIA.COM

Con ayuda de cámaras de vigilancia capturan a delincuente en Bucaramanga



Con el monitoreo por parte de las cámaras de seguridad y las denuncias de la comunidad, la Policía Metropolitana logró la captura de un hombre de 19 años, quien portaba un arma de fuego ilegal y contaba con el beneficio de detención domiciliaria.
El hombre fue capturado luego de una denuncia hecha por la comunidad, en la cual, reportaban una riña que se presentó en la carrera 17 con calle 10 del barrio Girardot.
Publicada por: PAULA PIMIENTO/ VANGUARDIA.COM

Chubut: quieren controlar con cámaras a los policías

POR CARLOS GUAJARDO, CHUBUT, Argentina. CORRESPONSAL - 31/01/12 - http://www.clarin.com

En Chubut quieren poner cámaras de video en los patrulleros y de seguridad en los ingresos a las comisarías. También equipos de localización GPS en los móviles policiales. Así lo reveló a Clarín el procurador general Jorge Miquelarena. Dijo que la idea surgió después de una reunión con el subsecretario de Derechos Humanos de la provincia, Adrián López. Es en respuesta a los casos de efectivos policiales que protagonizaron hechos de violencia en los que están imputados.

“Desde la Procuración General se seguirá con los aportes que se consideren necesarios para capacitar a los policías en torno de la legalidad de los procedimientos judiciales en materia penal”, indicaron. Miquelarena planteó la necesidad que desde las más altas autoridades provinciales se procure la instalación de GPS en los patrulleros y cámaras filmadoras en cada uno de ellos, que permitan registrar los procedimientos, el accionar de la policía y de las personas que son arrestadas .

“Ambas incorporaciones técnicas permitirán llevar tranquilidad a todos en torno del movimiento de los patrulleros y los procedimientos que se realizan.

El buen policía no debe temerle a esos avances tecnológicos ”, remarcó.

En tanto, López dijo que también “es posible la colocación de cámaras de seguridad en el ingreso a las comisarías. Eso también garantizará el trabajo de los buenos policías”.

El caso más resonante fue el que protagonizaron efectivos de la seccional 2° de Trelew. Hace unos días detuvieron a un menor de 16 años por una presunta pelea callejera con su novia. En la comisaría el joven fue golpeado salvajemente y violado con un bastón de los que los policías utilizan para defensa personal . Por el hecho hay cinco agentes detenidos con prisión preventiva por dos meses. Y otros cuatro vinculados a la causa. Todos estaban en la seccional la mañana en que ocurrió el hecho.

Además, hubo policías involucrados en una represión contra trabajadores camioneros que manifestaban en Trelew por despidos de la empresa Camuzzi, distribuidora del gas en la provincia. El gobierno de Chubut echó a la cúpula policial por estos episodios.

Franco: “Gracias a las cámaras de seguridad prevenimos hechos de violencia juvenil”

Misiones, Argentina
http://www.misionesonline.net, POLICIALES | MARTES 31 ENERO 2012 | 11:30:00 HS



El Ministro de Gobierno Jorge Franco destacó que “El mejor de los resultados que tuvimos con las cámaras de seguridad es en la prevención de la violencia juvenil, en este época de vacaciones se suelen tener varios episodios, pero gracias a las cámaras podemos llegar a tiempo y evitar que pase a desmanes mayores”.

Además el Ministro explicó que vecinos de los barrios A-4 y Nueva Esperanza estuvieron reunidos con el Subsecretario de Seguridad y Justicia Dr. Julio Lesken para diagramar tareas en conjunto por los reiterados casos de inseguridad vividos “nosotros estamos haciendo todo lo posible para solucionar los inconvenientes que se viven en algunos barrios de Posadas, la seguridad es un tema de agenda del Gobernador, por ello estamos incorporando nuevos policías, patrulleros, creamos destacamentos y comisarías, e instalamos sistemas de seguridad como las cámaras u otras nuevas tecnologías”.

“En relación a otros años, las denuncias disminuyeron y los índices delictivos no ha aumentado, lo que si veo es que los medios están dando a conocer más casos que entes”.

Además Franco señaló que en el interior de la provincia lo que se nota es la aparición de los abigeatos “son una nueva modalidad, que no estábamos acostumbrados, entonces tuvimos que capacitar al personal en esta cuestión y para poder combatirlo. Porque antes no robaban las vacas en Misiones”.

Campaña videovigilancia sevilla

Sevilla, España
Subido por mafaddita el 24/06/2008

Primeras acciones dela Campaña contra el proyecto de instalación de cámaras de videovigilancia en el centro de Sevilla por la Asamblea La calle es de todxs

¿Qué derechos tenemos ante las cámaras en zonas públicas?

España
Por BENYI ARREGOCÉS CARRERE Última actualización: 6 de junio de 2011 14:52

Las cámaras de videovigilancia se extienden dentro de organismos públicos y empresas con fines de seguridad, pero pueden invadir la intimidad del ciudadano

Son un ojo incansable e impasible que todo lo ve. La vida pública queda registrada en las cámaras de videovigilancia instaladas en algunas calles. Su objetivo es registrar las posibles malas acciones de algunos ciudadanos, pero para ello tienen que observar todo lo que sucede: las escenas de la vida cotidiana, quién se relaciona con quién o quiénes son pareja. Las videocámaras de vigilancia acechan en las esquinas de las calles y en el interior de empresas y comercios, hasta el punto de crear preocupación incluso en la Agencia Española de Protección de Datos. ¿Qué derechos tienen los ciudadanos frente a esta práctica y qué deberes quienes instalan estos sistemas?

Cámaras por prevención

Las cámaras de videovigilancia se colocan en distintos lugares con el fin de prevenir delitos o reunir pruebas para perseguir a quienes los cometan. Esta práctica plantea la disyuntiva entre una suerte de seguridad preventiva y una cesión de la intimidad de los usuarios, a quienes se puede captar en momentos privados. Solo las Fuerzas de Seguridad pueden colocar las cámaras de seguridad en la vía pública. La Ley Orgánica 4/1997 de 4 de agosto les reserva esta atribución. Por otro lado, las cámaras que se sitúan en las carreteras dependen de las autoridades que gestionan el tráfico, como la DGT, y es obligatorio señalizar su situación.

Ninguna empresa u organización puede instalar sistemas de vigilancia en la calle
Por esta razón, en principio, ninguna empresa u organización puede instalar sistemas de vigilancia en la calle. Se tienen que limitar al entorno privado, con la única excepción de que la calle sea el único lugar posible para captar la escena deseada y siempre que el objeto de grabación pertenezca a la empresa. Un ejemplo de esta situación se produce cuando se sitúa una cámara en la calle para conseguir la perspectiva suficiente para vigilar un garaje. Inevitablemente, se grabaría a las personas que pasearan por la acera en la parte correspondiente al garaje.

En los lugares de trabajo también se pueden colocar cámaras y no es necesario el consentimiento de los trabajadores. Sin embargo, se debe informar de que se han instalado. Según la legislación actual, hay que seguir el principio de la proporcionalidad. Es decir, que no haya un método menos invasivo para la intimidad y que se sitúen donde menos molesten a las personas. No se pueden instalar en baños o vestuarios, zonas de descanso, taquillas, ni en las aulas de un colegio (salvo casos excepcionales) o en zonas donde la imagen de la persona pueda verse afectada, como los gimnasios.

Notificar la presencia de la cámara
Las empresas u organismos que instalen un sistema de videovigilancia deben notificárselo a la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), incluso si son comunidades de vecinos, una tarea para la que tendrán que contratar a una empresa de seguridad privada autorizada, según la Ley de Seguridad Privada. Además, se debe designar quién será el responsable del visionado de las imágenes y qué personas están autorizadas a contemplar las mismas.

Cualquier persona, antes de ser grabada, debe saber que transitará por una zona videovigilada
Por otro lado, se debe señalar de forma clara la zona donde se registra la videovigilancia con "al menos un distintivo informativo ubicado en lugar suficientemente visible", según la Instrucción 1/2006 de la AEPD. Esto no significa que se deba poner al lado de la cámara, sino que cualquier persona, antes de ser grabada, debe saber que transitará por una zona videovigilada. Al mismo tiempo, las empresas u organismos tienen la obligación de facilitar hojas a los ciudadanos donde se informe de los derechos de acceso y cancelación de su presencia en esas imágenes. El propietario del sistema debe identificarse en aquellos casos en que haya varias posibilidades, por ejemplo, dentro de un centro comercial.

Si se graban y guardan las imágenes de las cámaras de videovigilancia, se debe crear un fichero y registrarlo en el Registro General de Protección de Datos de la AEPD. Las empresas se exponen a sanciones en caso de no hacerlo. Si las imágenes solo se visualizan por un encargado de seguridad y no se registran en ningún soporte, desaparece la obligación de elaborar el fichero.

Se deben bloquear pasado un mes
Según la Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD, 15/1999 de 13 de diciembre), los propietarios de estos sistemas deben garantizar la seguridad de las imágenes. Esta ley desarrollada en la instrucción 1/2006 de la AGPD explicita que se debe evitar su "alteración, pérdida, tratamiento o acceso no autorizado".
Por otro lado, los vídeos deben bloquearse, como máximo, un mes después del día en que se grabaron. Esto significa que una vez bloqueados solo pueden acceder a ellos las administraciones públicas, jueces o tribunales para la "atención de posibles responsabilidades nacidas del tratamiento" y solo mientras prescriben estas. Se refiere a supuestos como en el caso de cometerse un delito y que las cámaras hayan captado este. Entonces, se debe conservar la grabación como prueba hasta que se prescriba el plazo correspondiente, momento en que se deben suprimir los contenidos.
Las grabaciones realizadas por videocámaras domésticas, pensadas para captar momentos de ocio, se liberan de cualquiera de las obligaciones de la LOPD, igual que ocurre con las efectuadas por medios de comunicación y por otros elementos como los videoporteros.

Videovigilancia urbana, el gran negocio de la invasión a la privacidad

Gonzalo Sánchez y Claudio Mardones 05.07.2009

La instalación de una cámara con su programa correspondiente ronda los 15 mil pesos. Se calcula que hay unos 40 municipios que están por colocar sistemas en los próximos días. El argumento es que ayuda a combatir la inseguridad, aunque hay quienes sostienen que no está probada su eficacia.

Si el precio que tenemos que pagar para vivir seguros consiste en aceptar que una cámara instalada en cualquier esquina registre nuestros actos privados –por más pública que sea la calle–, entonces habrá que asumir que el derecho a la intimidad se terminó para siempre. Pero también que las sociedades tecnológicamente controladas no son necesariamente las más seguras. Esta última línea, sin embargo, es la que prefieren ignorar intendentes del conurbano, jefes políticos, empresarios y gobernadores. Según datos de la Cámara Argentina de Seguridad Electrónica (CASEL) y otras firmas del sector, en lo que va de 2009 se instalaron más de diez mil videocámaras en espacios públicos de diferentes localidades y ciudades del interior del país. Pero el número podría quedarse corto porque las mismas fuentes aseguran que muchas de las contrataciones –que promedian los 400 mil pesos por municipio– se hacen en forma directa, es decir, sin licitación.

Como sea, y a tono con lo que ocurre en el Primer Mundo –en Londres 10.500 cámaras filman a toda hora como en un reality show, sin cortes, las conductas de la gente común–, la Argentina está en sintonía con las tendencias mundiales de seguridad urbana. Pero, ¿quién vigila a los que nos vigilan? La pregunta, como se verá, tiene respuestas divididas y poco claras. Pero mientras tanto la muletilla política sostiene que no se puede brindar seguridad sin información, y que para proceder primero es necesario reunir elementos visuales. Sólo así, piensan los funcionarios, es posible garantizar la integridad de las personas.

Eduardo Capelo, titular de CASEL, acepta que las cámaras operan como elemento disuasivo. “Pero no sólo sirven contra la inseguridad –aclara–, sino también para prestar otros servicios a la comunidad, como operar rápidamente en situaciones de accidentes o bloqueos de tránsito en caso de emergencias”.

Capelo continúa: “Promovemos que las instalaciones se produzcan por concurso público y también que se hagan de acuerdo con las reglas del buen arte, es decir, en armonía con el mobiliario urbano. Pero muchas veces el político quiere tenerlas con urgencia y lo termina haciendo alguien que no sabe”.

Los hábitos, mientras tanto, se modifican o se desarrollan bajo la órbita de un novedoso ojo avizor. Desde el 28 de mayo pasado, la rutina privada, individual, de una caminata desde casa al trabajo en plena ciudad de Buenos Aires un día cualquiera queda registrada por el flamante “Gran Hermano” de Mauricio Macri: un centro de monitoreo urbano operado por un equipo de 120 vigías que durante las 24 horas de la jornada, los 365 días del año, se dedican a observar. Desde una especie de Pentágono ubicado en el barrio de Barracas, el desarrollo de la normalidad es captado por una red de 170 cámaras de vigilancia instaladas en catorce parques y plazas, en las calles aledañas a la Plaza de Mayo, en la sede comunal de Bolívar 1, en los alrededores del Obelisco, del Distrito Tecnológico, en la plaza Naciones Unidas (al lado de la Facultad de Derecho de la UBA), en los ingresos a la villa 31 de Retiro y en las nuevas estaciones de las líneas de subte A, B y H.

Algo similar ocurre en los andenes y en el interior y el exterior de las estaciones de todos los ramales del Ferrocarril Mitre. Pero hay una particularidad: la información que difunden las cámaras puede ser chequeada online por cualquier persona que se tome el trabajo de tramitar un password en la página web del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación.

Fue justamente su titular, Aníbal Fernández, el encargado de anunciar en marzo de 2008 la puesta en marcha del Programa Nacional de Seguridad Ciudadana, que implicó un desembolso de 400 millones de pesos para que distintas ciudades y municipios de la provincia de Buenos Aires y del interior invirtieran en tecnología preventiva. De esa caja se nutrieron entonces las empresas del rubro de la videoseguridad urbana y así proliferaron los negocios entre municipios y privados y así, sostiene la estadística, el sector creció.

La instalación de una cámara con su correspondiente software ronda los 15 mil pesos. Un sistema de monitoreo estándar tiene entre 120 y 150 grabadoras. Y la tendencia no muestra síntomas de girar a negativo, sino todo lo contrario. Capelo dice que todos los días se enteran de que alguna ciudad estrenó su equipo de vigilancia. “Debe haber en este momento unos cuarenta municipios en proceso de licitación”, señala.

Desde el año pasado, por ejemplo, los movimientos de todos los peatones que van y vienen por la zona céntrica de San Isidro son filmados por 120 cámaras que remiten imágenes directamente a una sala de situación ubicada en el edificio de la Municipalidad. Las autoridades comunales sostienen que, gracias a eso, por lo menos 25 sospechosos fueron detenidos en los últimos meses. Lo mismo ocurre en Vicente López, Ezeiza, Berazategui y Tigre, donde los funcionarios se jactan de haber obtenido el resultado que esperaban, una ecuación de trazo grueso que señala que a mayor cantidad de cámaras menor delito.

“A fines de 2007, cuando asumió Sergio Massa como intendente de Tigre, decidimos instalar las videocámaras y armar el centro de operaciones desde donde monitoreamos todo. Pusimos cámaras domo, que permiten giros de 360 grados y que graban las 24 horas del día. El resultado es que los delitos como asaltos, robos, hurtos, del año 2008 al 2009, bajaron entre un 30 y 40 por ciento”, dice Diego Santilli, secretario general de Gobierno de Tigre.

“Te doy ejemplos –agrega–. Cayó un avión cerca de la zona urbana de Tigre y, como lo vio una cámara de seguridad, todas las fuerzas pudieron ponerse en marcha y salir a apagar el incendio. En todas las localidades visualizamos, todo el tiempo, in fragantti a los delincuentes en el momento justo. Llegamos a captar cómo escondían un arma. A menudo vemos robos y respondemos rápido gracias a las cámaras. Y, además, te queda el archivo de imágenes, como para aportarle pruebas a la investigación policial”.

Santilli da con un tema clave: ¿Qué uso se hace de las imágenes grabadas? ¿Quién puede verlas? ¿Para qué?

La discusión es tan filosófica como global. Podría comenzar con Michel Foucault y su tesis sobre la mirada omnipresente del panóptico y las sociedades disciplinadas y controladas y terminar con esta declaración de Capelo: “En la cuadra de mi oficina hay una cámara y también ahí hay un hotel alojamiento. A muchos no les debe gustar que haya una filmadora justo ahí. Allí hay un debate muy interesante. En algunos casos se filma pero no se graba. Pero yo creo que la seguridad está en la grabación”.

Beatriz Busaniche es licenciada en Comunicación Social. Trabaja para la Fundación Vía Libre, una organización que se dedica a defender los derechos civiles en entornos de nuevas tecnologías. “Si contamos con que las cámaras están mayormente ubicadas en plazas y lugares de alta circulación –opina– pronto tendremos una base de datos enorme de las actividades de la gente que circula por ahí, incluyendo rostros y expresiones de activistas sociales, militantes, mujeres y niños que pasen regularmente por esos lugares. Pero no tenemos muy claro qué pasa con toda la información que se recopila, cuánto tiempo se mantiene, cómo se procesa, cómo se guarda, quién tiene acceso, con qué fines se realiza”.

Busaniche insiste (ver entrevista) en que no hay manera de vigilar a los vigiladores. Y enciende una luz amarilla sobre la utilización de esa base de datos. La discusión, por lo tanto, no arriba a un punto de acuerdo. Y mientras tanto, los municipios siguen minando de cámaras el paisaje urbano. Los pequeños vigías sofisticados avanzan sobre espacios semipúblicos como shoppings y escuelas y nuestros actos –privados, inofensivos, secretos, individuales– son grabados por alguien a quien no podemos visualizar. Eso sí, todo en pos –¿habrá que creerlo?– de nuestra total integridad.

“Una sociedad monitoreada es menos libre y democrática”

Beatriz Busaniche es licenciada en Ciencias de la Comunicación. Es también docente en Ciencias de la Comunicación de la UBA y trabaja para la Fundación Vía Libre, una organización que se dedica a defender los derechos civiles en entornos de nuevas tecnologías, con ejes de trabajo en acceso al conocimiento, software libre, derechos de autor, privacidad y en contra del voto electrónico.

–¿Cuáles son las principales razones de esta expansión y cuándo comenzó?

–Desde hace un tiempo a esta parte se ha instalado la idea de que a mayor vigilancia, mayor seguridad. En los EE.UU. ya se usaban estos sistemas desde hace mucho, pero fueron los atentados de 11 de septiembre los que impulsaron la doctrina de la seguridad y, en consecuencia, un grado nunca antes visto de intromisión en la vida privada de las personas. Los atentados en los subterráneos de Londres y los trenes de Madrid terminaron de reforzar la doctrina de la seguridad en el viejo continente. En la Argentina, fue la movida que se ubicó detrás del “no ingeniero” Blumberg la que sembró está avanzada.

–¿Cuántos aparatos de este tipo hay en la Argentina?

–Es imposible saberlo. Macri inauguró justo antes de las elecciones un centro de monitoreo con 170 cámaras. También hay que evaluar la cantidad de cámaras privadas que hay. Si empezamos a observar, es impresionante la cantidad de edificios privados que tienen cámaras filmando la calle. Contando las iniciativas públicas y los sistemas de vigilancia privados, es imposible estimar un número.

–¿Cuáles son las consecuencias del mayor control social?

–Uno de los problemas es justamente que hoy en día no tenemos manera de evaluar las consecuencias de establecer una sociedad masivamente controlada. Sí sabemos, a partir de estudios realizados en los EE.UU. y en Inglaterra, que la instalación de estos sistemas tiene un impacto muy bajo en la prevención del delito y en la tasa de criminalidad. En Londres, un ciudadano promedio que hace su vida normal será filmado 300 veces en un día. Alguien podrá trazar sus recorridos, establecer sus pautas de conducta, verificar incluso pautas de consumo, establecer redes de relaciones sociales. Puede sonar a paranoia, lo sé, pero imaginen una ciudad sitiada de cámaras de este tipo en los tiempos que se vivieron en la década del 70 en la Argentina. ¿Cuánta más gente habría desaparecido si las fuerzas de seguridad hubieran contado con dispositivos de esta naturaleza? Una consecuencia muy sutil es el acostumbramiento de la sociedad a ser vigilada. Yo no quiero que me vigilen, no quiero acostumbrarme a eso. Sobre todo si la razón por la que dicen que lo hacen (prevenir el delito, ofrecer seguridad) no está corroborada en lo más mínimo.

–¿Por qué las cámaras no logran reducir el delito?

–Es difícil decir por qué, pero hay varias cuestiones que suenan bastante a sentido común. Cory Doctorow, en su libro Content incluye un ensayo sobre las cámaras londinenses (él vive en Londres) donde justamente habla de que las cámaras no sirven para disuadir a alguien que ya no tiene nada que perder. Alguien que ha llegado a ser un consumidor asiduo de paco y sale a robar billeteras para comprar más paco no es una persona que tenga mucha oportunidad de tomar decisiones racionales para su vida.

Difícilmente logremos disuadir a un chico de hacer esto con las cámaras.

–¿Por qué te parece que hay que oponerse y evitar el crecimiento de los circuitos de filmación?

–Por esto que decía de que una sociedad monitoreada, controlada, es una sociedad menos libre y, en definitiva, menos democrática.

–Un pronóstico: ¿cómo podría evaluar el presente y el futuro de la privacidad en la Argentina? ¿Y en el mundo?

–El pronóstico es bastante sombrío por múltiples razones, pero la principal es la incorporación acrítica de tecnologías de vigilancia y la escasa discusión, casi nula discusión diría, sobre las implicancias.

Proponen intercambiar entre usuarios la SUBE para evitar el registro personal de viajes

Buenos Aires, Argentina
Afirman que así se evitaría que el Gobierno controle los movimientos de los pasajeros; denuncian que se viola la Ley de Protección de Datos
Por Mauricio Caminos | LA NACION Martes 31 de enero de 2012 | 11:59

Intercambiar la tarjeta SUBE para evitar que el Gobierno conozca los movimientos de los usuarios. Esa es la consigna que lanzó ayer un grupo político de jóvenes en rechazo al sistema de la tarjeta SUBE, que registra el movimiento que cada pasajero realiza, a través de colectivos o trenes, en la zona metropolitana de Buenos Aires.

Según la Casa Rosada, el registro de los movimientos de cada tarjeta -que se obtiene de manera gratuita y personal presentando el DNI- posteriormente se cruzará con datos de la AFIP, la Anses y el ministerio de Desarrollo Social para "individualizar" cada subsidio al pasaje.

"Nuestra propuesta es un acto de resistencia civil pacífica ante el abuso despótico del Gobierno", explicó a LA NACION el vocero del Partido Liberal Libertario (PLL), Marcelo Duclos, que lanzó la iniciativa. "Llamamos a la gente a que cambie la tarjeta, a que no se quede con la suya. Que se la den a un amigo o a un compañero de trabajo para que no sepan sus movimientos", agregó.

Ayer, Anons.ar, un grupo de hackers argentinos que dice formar parte de Anonymous, expuso en Internet los registros de viajes de SUBE . La acción fue publicada en un sitio web con el objetivo de señalar la falta de medidas de seguridad para mantener a resguardo la información personal de los pasajeros.

"Si Anonymous tuvo acceso a los datos, también lo puede tener cualquier empresa privada y el Estado. No queremos darle al Gobierno el gusto de tener a un clic de distancia la información de cada pasajero", afirmó Duclos.

Según contó el vocero de PLL, desde el partido ya están estudiando la posibilidad de organizar "un día general de cambio de SUBE" de manera periódica. ¿Cree que los usuarios la van a intercambiar aunque tengan créditos diferentes en sus tarjetas?, preguntó este diario. "Prefiero perder dos o tres pesos de carga y no darle al Gobierno mis datos", sostuvo Duclos. "La gente carga crédito cuando se le acaba, así que puede intercambiar la tarjeta antes de ponerle más plata", agregó.

Por ahora, la propuesta se difunde desde la página de PLL en Facebook .

POSICIONES ENCONTRADAS

Quienes no comparten esta propuesta son algunas asociaciones de usuarios, que defendieron el sistema de registro de viajes de SUBE. "Entiendo que son muchos datos en poder del Gobierno, pero es la única manera que tienen para identificar la capacidad económica de cada usuario", expresó el titular de Consumidores Libres, Héctor Polino. "La Casa Rosada va a tener esa información para poder decir si mantiene o le quita el subsidio a determinado usuario", agregó.

Desde la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua), su presidente, Sandra González, calificó la propuesta como "poca seria". "Me parece que es medio paranoica la idea de intercambiar las tarjetas, ya que hay 6 millones de SUBE entregadas. No creo que el Gobierno quiera controlarnos", expresó González, y señaló: "Parece que ya nos olvidamos del problema de las monedas y de las colas que había que hacer para conseguirlas. La SUBE era necesaria".

LA NACION intentó comunicarse con el secretario de Transporte, Juan Pablo Schiavi, pero sus voceros no atendieron las llamadas realizadas. En declaraciones públicas con el canal C5N, el funcionario defendió hoy el sistema de pago electrónico e informó que en la calle ya circulan 6.300.000 plásticos violetas .

CUESTIONAN EL REGISTRO DE DATOS

Vía Libre, una de las organizaciones que defiende el software libre, fue una de las primeras en cuestionar el acceso que tendrá el Gobierno a información personal de millones de usuarios. "La recolección por parte del Estado de los datos de transporte de todos los ciudadanos y su posterior guarda en una base de datos es una medida abusiva e innecesaria que invade la privacidad y viola el derecho a la intimidad del que gozan los ciudadanos", destacó Vía Libre en su página web. "Esto viola la Ley de Protección de Datos Personales", agregó.

Una opinión distinta tuvo el constitucionalista Andrés Gil Domínguez, quien afirmó a este diario que el sistema no viola la norma de protección de datos. "La ley protege aquellos datos sensibles como religión, orientación sexual, opiniones e ideas políticas, historia clínica o condiciones de salud de las personas. El DNI no es un dato sensible, aunque esté asociado a alguna tarjeta", indicó a LA NACION en su edición del domingo pasado.

Junto con la publicación de algunos de los registros de SUBE filtrados, Anons.ar difundió un comunicado en el que afirmó: "El gobierno argentino exige una identificación por DNI cuando no es necesaria, y luego rastrea cada uso de esta tarjeta, creando una base de datos del ir y venir de cada ciudadano". Aunque el detalle de viajes no publica la identidad del pasajero, los datos son auténticos ya que pueden chequearse en el sitio oficial de SUBE .

FACEBOOK IMPIDE EL ACCESO A LA LISTA FILTRADA

"El sitio que usted quiere visitar fue identificado como potencialmente inseguro. La web fue clasificada como abusiva", afirma Facebook mediante una advertencia cuando cualquier usuario decide ingresar a la página de Anons.ar luego de haberlo posteado en un muro.

Además, según pudo saber este diario, Anons.ar tuvo que abrir un nuevo perfil en Twitter para comunicar sus acciones, tras ser supendida su cuenta en la plataforma de microblogging.

domingo, 10 de abril de 2011

Opentopia, voyeur internacional

Tigre: cae un arrebatador al que delataron las cámaras de seguridad

22/03/11 - 16:50

Actuaba frente a un boliche en la colectora de Panamericana. Vea el Video.

La policía de la localidad bonaerense de Tigre atrapó, con ayuda de las cámaras de seguridad, a un audaz arrebatador que actuaba frente a un boliche y a metros de personal policial.



El hombre actuaba en la puerta del local bailable Tropitango, ubicado en colectora de Panamericana de la localidad de El Talar, partido de Tigre.



En el video se puede ver que una joven que esperaba sentada frente al local a una compañera fue sorprendida por el delincuente, que le arrebató por la fuerza una campera y un celular.



El personal policial fue alertado e inició una persecución, pero el arrebatador logró escaparse corriendo a contramano y se perdió en las inmediaciones.



En ese momento, personal policial comenzó a buscarlo ayudado por las cámaras que forman parte del programa “Noche vigilada”, del municipio. El ladrón se había puesto la campera de la chica a la que había arrebatado, para disimular, al tiempo que conversaba con una joven que caminaba por la calle.



El joven fue identificado como Federico Antonio López, de 18 años de edad que fue trasladado a la Comisaría Sexta de El Talar y quedó a disposición de la Fiscalía Descentralizada de esa localidad, a cargo de Molina Pico.



El Municipio de Tigre cuenta con 530 cámaras de videoseguridad y están instalando una nueva etapa para alcanzar las 800. Las imágenes grabadas permiten tienen por fin prevenir y esclarecer delitos.

Nota: en el link http://www.clarin.com/policiales/Tigre-arrebatador-delataron-camaras-seguridad_0_448755366.html se puede ver el video

jueves, 3 de febrero de 2011

martes, 16 de febrero de 2010

Sonría, un software lo está filmando

25 Marzo, 2009 | Segurinfo 2009

Sonría, un software lo está filmando


La video vigilancia ya fue, ahora se viene la “video seguridad inteligente”. La afirmación subyace en una propuesta que parte desde el Gobierno nacional para tratar de responder a la demanda de mayor seguridad que aparece en encuestas de opinión pública en sectores urbanos de Buenos Aires y sus alrededores, un reclamo que se exacerba a través de los medios y de figuras como Susana Giménez, Sandro y Cacho Castaña. Luego de una prueba piloto realizada durante nueve meses en la zona norte de la Capital Federal, el Ministerio de Justicia se apresta a replicar esta experiencia al resto de los barrios porteños. Según las estimaciones oficiales, a más tardar en 2010 habrá unas 300 cámaras que vigilarán las calles y las avenidas de Buenos Aires.

La video vigilancia y la video seguridad inteligente tiene algunos puntos en común: Ambas se basan en cámaras fijas o móviles de seguridad. Pero la video vigilancia obliga al monitoreo permanente de las imágenes por parte de policías o empleados de empresas de seguridad, con un margen de error considerable por cansancio visual. El nivel de atención de un vigilador ante sólo dos monitores decae mucho a partir de los 20 minutos.

Hay varios ejemplos de video vigilancia. Uno de ellos es la oficina de la Prefectura Naval Argentina en Puerto Madero, donde un grupo de empleados ven monitores donde se reproducen imágenes tomadas por cámaras instaladas en todo ese barrio de Buenos Aires, tratando de descubrir algún robo o accidente. “Es casi lo mismo que la vigilancia de un country”, según la definición del director general de Gestión Informática del Ministerio de Justicia, Eduardo Thill. Otro ejemplo viene del lado del cine, con la película Sliver, donde Sharon Stone es espiada por una multitud de cámaras en un edificio en Nueva York donde suceden misteriosos crímenes.

En cambio, la “video seguridad inteligente”, como la denomina Thill, se basa en el análisis de la imagen captada por las cámaras a través de aplicaciones informáticas, que generan alertas automáticos cuando sucede algo fuera de los patrones bajo los cuales fueron configurados y programados.

El funcionario mostró diversas aplicaciones de este sistema en la última edición del congreso Segurinfo, organizado por la asociación Usuaria, el 19 de marzo, en Buenos Aires. En ese escenario, explicó cómo funciona esta especie de "Gran Hermano" que está en marcha desde mediados de 2008 en los barrios porteños de Núñez y Saavedra, donde el ministerio realiza una prueba piloto junto a la empresa Telecom.

Gracias a la experiencia satisfactoria (“muy nutritiva”, dijo Thill) del ensayo, en cuanto a su funcionamiento, la cartera que encabeza Aníbal Fernández prepara una licitación pública para replicar la prueba en las 53 comisarías porteñas, donde ya está el espacio previsto para colocar los servidores y las computadoras y los monitores. "La idea es tenerlo operativo (al sistema) en 2010", vaticinó.

En la licitación los participantes podrán ofrecerse para dar la infraestructura y los servicios de todo el proyecto o de una parte. “Nos van a venir a ver desde los que fabrican una camarita web hasta que los arman una Ferrari”, reconoció el funcionario. “La mejor oferta será la que cumpla con los objetivos que estamos pidiendo. No nos sirven experiencias de otros países”, afirmó.

Convergencia

La “video seguridad inteligente”, es un ejemplo de la convergencia de las tecnologías de la información y de la comunicación. A través de redes basadas en los protocolos de Internet (IP), hoy de fibra óptica y en el futuro inalámbricas bajo Wi-Fi y WiMAX, se interconectan cámaras fijas y de tipo domo que permiten captar imágenes en alta resolución y con largo alcance visual, a razón de 25 a 30 imágenes por segundo, con servidores alojados en la comisaría de la zona y en el control ubicado en el Departamento Central de la Policía Federal. En esas dependencias policiales las imágenes se reproducen en monitores y son analizadas en tiempo real por programas informáticos. Luego de 15 días de permanecer alojadas en la comisaría, las imágenes serán descargadas para su archivo en el Departamento Central.
"La cámara es un comoditie, que depende el software y del objetivo al que se quiere llegar", afirmó Thill, quien estimó que "la demanda” proveniente del sector público y del privado por estos sistemas “será exponencial" una vez que se instalen las 300 cámaras en Buenos Aires.
Algunas de las demostraciones mostradas en Segurinfo consistían en programar al software para que se disponga un vallado virtual con autoenfoque en una zona determinada, como por ejemplo una playa de estacionamiento. Si una persona o un objeto traspasan ese vallado se dispara un alerta en uno de los monitores ubicado en la comisaría. Incluso, se puede emitir la misma alerta a un policía que se encuentre cerca de la zona monitoreada.
Otras aplicaciones posibles son definir una zona de exclusión y si alguien ingresa a ella el sistema avisará en la comisaría y a un móvil policial que se encuentre cerca de esa área. Por ejemplo, en los alrededores de un banco. También se puede configurar al programa para que detecte objetos abandonados en zonas determinadas o la sustracción de objetos fijos, o para que registre violaciones a una dirección de tránsito. Por ejemplo, un vehículo que circule en contramano en una avenida.
En el caso de las cámaras para reconocimiento de patentes, se aplican no para realizar multas por infracciones de tránsito sino para descubrir vehículos robados o utilizados en secuestros.
Estos sistemas también aportarán elementos probatorios para hechos delictivos a partir de archivos de imágenes que no se puedan adulterar o manipular, una cualidad en la cual Thill se esforzó en demostrar en su presentación. Las imágenes tendrán una especie de marca de agua que no se podrá quitar. Las cámaras no pueden ser orientadas al interior de propiedades, y sólo “personal autorizado” podrá acceder a ver y administrar las imágenes. Estas se guardan por 15 días en la comisaría y luego son derivadas al control central, donde permanecen a la espera de una ley que disponga su vigencia y el plazo para su destrucción. Al estar conectadas bajo una red IP, las imágenes pueden ser vistas a través de cualquier computadora que tenga el acceso autorizado.

Zonas peligrosas

La prueba se hizo Núñez y Saavedra, barrios de clase media en Buenos Aires que en los últimos años fueron escenarios de hechos delictivos de gran resonancia mediática, como la violación y el asesinato de la adolescente Lucila Yaconis en 2003, o el secuestro y posterior homicidio del joven Rodolfo González en 2008.
En esas zonas, donde tiene jurisdicción la comisaría 35º, se instalaron seis cámaras y otras dos destinadas al reconocimiento de patentes de vehículos. Telecom integró en este proyecto llave en mano aplicaciones de diferentes proveedores, y debió adaptarse a los requerimientos del Gobierno. En una oficina de la comisaría ubicada en la calle Cuba 3145 se instalaron un rack de servidores, dos monitores donde se pueden ver y analizar en tiempo real las imágenes y una pantalla de gran tamaño para "manejar situaciones" en conjunto con el Departamento Central.
¿Por qué el Gobierno eligió a Telecom? "Ellos decidieron ayudarnos, otras empresas nos dijeron que no", respondió Thill, quien recordó: “Primero fui a todos los ‘vendors’ de cámaras y de software. Me preguntaban: ‘¿Cuándo lo cobro?’ ‘¿Es contratación directa?’ Los únicos que se comprometieron fueron los de Telecom, que no me trasladaron sus problemas internos”, en referencia a la dura puja que mantienen Telecom Italia y la familia Werthein por el control de ese operador de telecomunicaciones.
Thill aclaró que la video seguridad inteligente es una herramienta más dentro de una estrategia en la lucha contra la delincuencia. “No significa que vaya a haber menos agentes policiales en la calle”, aseguró ante una consulta de PuntoGov, en una pequeña rueda de prensa posterior a su presentación en Segurinfo. Los objetivos de estas aplicaciones tecnológicas son prevenir, monitorear y reducir la cantidad de actividades delictivas y actuar con rapidez ante situaciones de emergencia, y mejorar la gestión del tráfico de vehículos y personas. El funcionario anunció que una aplicación similar comenzará a verse en la segunda mitad de este año en los aeropuertos internacionales para reconocer personas. Las imágenes captadas por las cámaras se vincularán a una base de datos de personas buscadas por la Justicia.

César Dergarabedian
Especial para PuntoGov

En la Ciudad hay más de 250 mil cámaras de vigilancia sin control

Diario Perfil
http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0270/articulo.php?art=8053&ed=0270#sigue
Edición Impresa
Sábado 21 de Junio de 2008

Año III Nº 0270
Buenos Aires, Argentina

"En la Ciudad hay más de 250 mil cámaras de vigilancia sin control

El Gobierno tiene a su cargo y fiscaliza no más de 100. Una persona, en una jornada laboral, es filmada entre 50 y 80 veces. La ley exige que las imágenes se almacenen por 30 días y luego se borren, pero nadie controla que esto se cumpla. Una ley reglamentó su uso, pero un veto del Ejecutivo dejó afuera las de uso privado, que ni siquiera tienen la obligación de advertir dónde están. Cada año se instalan unas 20 mil. El avance de la tecnología y la baja de los precios (la instalación cuesta unos 4.000 dólares) hizo que se multiplicaran. El principal motivo es la creciente inseguridad.

Por Lucas Morando



Control total. En pleno Puerto Madero, efectivos de Prefectura vigilan en tiempo real y coordinan las imágenes de 27 cámaras diseminadas en el barrio más caro y con más seguridad de la Ciudad. Graban todo lo que pasa.

“Sonría, lo estamos filmando”, repite siempre el mismo cartelito que recuerda y advierte al cliente que alguien del otro lado de un monitor lo observa. Lo vigila. En el mejor de los casos, uno se entera, pero en la mayoría no, y son pocos los que toman conciencia de la cantidad de cámaras de seguridad que registran a cualquier ciudadano.

“En promedio, una persona de clase media o media alta pasa al menos entre 50 y 80 veces por delante de una cámara de seguridad en un día común”, mensura Guillermo Pierazzoli, presidente de Tao IT, empresa que comercializa sistemas de seguridad. No es muy difícil imaginarlo: diseminadas en shoppings, estaciones de servicio, en la oficina, en el subte, el tren, el banco o el supermercado, ya casi no existe lugar donde no las haya.

Según la Cámara Argentina de Seguridad Electrónica (Casel), en la Ciudad hay unos 250 mil equipos de vigilancia privados y todos los años se instalan 20 mil más. Es una industria que crece un 15% cada 12 meses. “La principal razón del incremento es la inseguridad”, explica Eduardo Capelo, presidente de Casel, y aclara que la baja de los precios y el avance de la tecnología también ayudan.

“Hace 10 años había menos del 10% de las que existen hoy”, ilustró. Según cifras de Casel, con US$ 4.000 promedio, cualquier comerciante puede montar un sistema de circuito cerrado de TV propio y grabar digitalmente todos los movimientos de sus clientes.

En la calle. Este Gran Hermano porteño no sólo opera en el ámbito privado; el Gobierno de la Ciudad cuenta con un sistema de cámaras propio en parques y estaciones de tren. Según datos del Ministerio de Seguridad hay en total 60 cámaras que se erigen sobre 14 plazas (Plaza Francia, Irlanda, etc.) que toman imágenes las 24 horas a miles de personas. Son almacenadas digitalmente y registradas desde una sala de operaciones en Corrientes y Malabia, donde después de 30 días, se borran.

Si bien la Comuna tiene la obligación de avisar que uno está siendo filmado –hay carteles oficiales– la próxima vez que almuerce en alguna plaza céntrica, sentado en un banquito, ¿no lo desvelará la idea de que alguno de los cinco operadores que controlan las cámaras podría estar mirando lo que hace?

El plan de Macri es intensificar el control y por eso fuentes de Seguridad estiman que antes de fin de año implementarán 70 nuevos equipos en al menos treinta plazas y en otros lugares “clave”, en busca de mayor control. La Policía Federal y las autopistas también cuentan con decenas de equipos de seguridad en lugares estratégicos.

Menos caos vial. La Dirección de Tránsito porteña es otro caso: tiene 32 cámaras en las principales arterias de Capital destinadas a advertir r y encauzar cualquier problema. Con el zoom pueden ver la patente de cualquier infractor y hasta “meterse” en el habitáculo del rodado, siempre y cuando está a una distancia considerable.

Este videocontrol se masifica cada vez más en el ámbito privado. Por ejemplo, el 62% de los 1.600 supermercados chinos de la Ciudad tiene al menos cuatro cámaras y los grandes, como los de microcentro, hasta diez. Todas las imágenes, desde los movimientos en el depósito hasta la elección de una marca de mermelada, quedan registradas en los archivos digitales por 15 días. La Cámara de Supermercados Chinos (Casrech) confió que estudian crear antes de fin de año un sistema centralizado de monitoreo para todos los supermercados, una especie de Gran Hermano común a todos los alamacenes orientales.

La evolución de las nuevas tecnologías de procesamiento de imágenes también ayudó a impulsar las ventas. “La videovigilancia tuvo un crecimiento exponencial en los últimos años por la versatilidad de sus prestaciones. El desarrollo de nuevo software que detecta desde movimientos de objetos y personas hasta la cara de los conductores de vehículos estacionados ayudó a que hoy se puedan generar alertas en tiempo real”, explica Walter D’Abrantes, gerente de Consultoría de EMC. Hoy un sistema puede avisar al operador si alguien dejó un objeto durante mucho tiempo en el piso (una bomba, por ejemplo) o reconocer la cara de un ladrón.

Por eso, los bancos fueron uno de los primeros en sumarse. En cada uno de los 800 que hay en Capital operan unas cinco o seis cámaras de seguridad. Como mínimo. El Banco Central obliga a que las haya en la entrada, en la bóveda, una por cada caja, en el lobby y en los cajeros automáticos. Con respecto a estos últimos, los 2.100 que hay poseen un sistema que filma digitalmente el rostro de cada persona que los pone en funcionamiento.

Críticas. Uno de los principales focos de preocupación de algunos legisladores es que no hay un organismo que controle la instalación y regule la videovigilancia en todo sentido. En 2006 Pablo Failde, de Autonomía con Igualdad (kirchnerista), presentó un proyecto de ley para reglamentar el uso de cámaras en la comuna. Finalmente el Poder Ejecutivo lo aprobó en 2007, pero vetó tres artículos clave, lo que circunscribió su aplicación sólo al ámbito público, por lo que hoy nadie controla el uso privado de cámaras de seguridad en la Ciudad. Y las que funcionan en la órbita del Gobierno tampoco están articuladas y reguladas por un único organismo. “No hay un registro centralizado sobre la cantidad de cámaras que hay en la Ciudad. Debería crearse”, explicó el legislador en referencia a la falta de coordinación entre los ministerios que hoy toman imágenes.

Mientras tanto, cada día se instalan 55 nuevas cámaras, ya casi en cualquier lado. Un referente de la industria se permitió bromear: “En el único lugar donde hoy no te filman es el baño, y hasta por ahí nomás...”.

Puerto Madero, el barrio más seguro

Es el barrio más nuevo y pujante de la ciudad, y el de mayor desarrollo; un ícono de modernidad y estatus social. Y es también el más vigilado.

Su particular ubicación determina que la seguridad de Puerto Madero esté bajo la órbita de la Prefectura Naval, responsable por la integridad de bienes y personas. Los vecinos permanentes, los que allí trabajan y hasta los turistas que lo visitan, coinciden en que es “muy seguro”, calificación que ningún otro barrio porteño alcanza. Más allá de los dinámicos puestos de control de Prefectura, Puerto Madero concentra casi la mitad de las cámaras de seguridad públicas –aquellas que controlan, por ejemplo, parques y plazas y no el tránsito– que hay en la Ciudad: suma 27, mientras que el Gobierno porteño dispone de 60. Pero hay más ojos electrónicos. Muchos más.

A las ya mencionadas hay que sumar cientos de cámaras que controlan el paisaje y a la gente desde locales comerciales, restaurantes, bancos, entradas y terrazas de edificios. Se sabe que la concentración es la más alta del país, aunque ninguna fuente consultada definió cantidad y ubicación. “Preferimos no decirlo por razones de seguridad”, dicen."


Ojos que todo lo ven en Puerto Madero

Diario La Nación Miércoles 18 de Abril de 2007
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=901107

Cómo funciona el sistema de vigilancia por cámaras

Ojos que todo lo ven en Puerto Madero

Asaltos de falsos repartidores, choques reales y robos inexistentes que se denuncian para cobrar seguros: todo queda grabado

Ojos que todo lo ven en Puerto Madero

En la sala de monitoreo, cinco operadores "patrullan" el barrio desde cámaras que giran 360 grados
Foto: Alfredo Sánchez

El comando central de la Prefectura en Puerto Madero no tiene nada que envidiarle al ojo de Gran Hermano. Hay cinco plasmas de 32 pulgadas y ocho monitores LCD. Desde las flechas de los teclados, cinco operadores desplazan cámaras por cada rincón de las 190 hectáreas del barrio.

Todos aquellos que ponen un pie más allá de las avenida Madero y Huergo, son parte de ese reality show de la seguridad que se rueda en la zona. La señora con el carrito, el joven de la moto, el conductor del auto con vidrios polarizados pueden ser vistos en primer plano en tiempo real, desde un ojo que mira sin ser visto.

El sistema de seguridad comenzó a funcionar en agosto pasado, aunque oficialmente fue inaugurado a fines de 2006. Las 23 cámaras inalámbricas, desde lugares estratégicos de hasta 150 metros de altura, ofrecen imágenes que giran 360 grados y se pueden ampliar hasta el mínimo detalle.

El subprefecto Eduardo Urriaga es el jefe de la sala de monitoreo. El 11 de agosto último, uno de los uniformados que estaba de turno, detectó que había una bicicleta de delivery en el paredón del Faena Hotel. Le llamó la atención, sobre todo, en una cuadra en la que no hay negocios ni viviendas. ¿A quién le llevaba pizza?

El joven repartidor se arrimó a un auto negro, rompió el vidrio y sacó el estéreo y lo guardó en la caja trasera de la bicicleta, como si fuera una de muzzarela con jamón y morrones. Y todo ello ocurrió en sólo 32 segundos, según delata la pantalla que maneja Urriaga, en el vidriado comando, en Macacha Güemes y Alicia Moreau de Justo.

El operador siguió sus movimientos con varias cámaras y dio aviso inmediato a los efectivos que estaban en la calle. Al cabo de unos segundos y tras una persecución que también pudo verse en el video, se detuvo al falso repartidor que resultó ser una adolescente de 17 años, que llevaba otros dos estéreos robados.

Mediante las cámaras se descubre el modus operandi que tienen delincuentes que operan en la zona. "Desde entonces, bajó mucho la cantidad de delitos, así como también la cantidad de denuncias", explica René Reibel, jefe de seguridad en la zona.

Ocurre que las cámaras no sólo lo ven todo. Sino que todo lo que en ellas ven se graba y se archiva. El material sirve para detectar falsas denuncias. Un caso típico es el del robo de celulares, explica Urriaga. Cada vez que sale un modelo nuevo, muchas personas que tienen contratado el seguro contra robo acuden a la Prefectura para denunciar el hurto del equipo y conseguir que la empresa les reponga el equipo. La denuncia en la Prefectura es gratuita.

"Cuando una persona viene a denunciar un robo, le preguntamos dónde estaba, qué día y a qué hora. Entonces le mostramos el video de esas coordenadas. Si mintió, todo se descubre", dice Reibel.

Mediante el mismo procedimiento también se pudieron detectar falsas denuncias en accidentes de tránsito. La cámara muestra a un taxista que giró en U en Juana Manso y que, en la maniobra, chocó contra otro taxi. Los dos conductores se pusieron de acuerdo y, cuando llegaron, en la Prefectura los estaban esperando con el video.

Los responsables de esta fuerza dicen que no llevan estadísticas, pero aclaran que los delitos "no son tantos". No pueden establecer un promedio de cuántos hechos en los que deben intervenir se detectan a diario.

Uno de los videos muestra a dos motociclistas en actitud sospechosa, haciendo tiempo. De pronto, dos hombres salen detrás del dique, entre gritos de una pareja de ciudadanos suecos. Le arrebatan la cartera y el reloj, se suben a las motos y se fugan. A estos delincuentes no lograron detenerlos, pero el video sirvió para detectar la metodología. Desde entonces, explica Urriaga, se retuvieron unas 900 motos por falta de documentación.

Los hechos registrados son variados, por ejemplo que dó grabado cuando un hombre, a la medianoche del sábado previo al día de la madre, cortó todas las rosas de la plaza Bastida. Lo detuvieron con dos bolsas llenas. Hasta una parejita de tórtolos que fue despojada de sus zapatillas y billeteras. El video incluye la persecución del asaltante y su detención.

Varias situaciones insólitas fueron protagonizadas por cartoneros. Por ejemplo, en las cercanías de Opera Bay, uno de ellos ingresó en una obra en construcción y sacó tres tirantes y los cargó en el carro. En otro video, tomado a las 4 de la mañana, se ve a dos cartoneros que cargan una máquina para cortar hierros de otra obra y la meten en el carro, la camuflan con una madera y un balde. A todos, el rigor de la ley les cayó a los pocos pasos, en vivo y en directo.

Los accidentes también activan el alerta. El 2 de noviembre último, las cámaras captaron un choque en Aymé Paymé y Encarnación Ezcurra. En uno de los autos iba el conductor de televisión Marcelo Polino. Tras el impacto, dos de los ocupantes que iban en el asiento trasero del otro vehículo, bajaron, se mezclaron entre la gente y se dispersaron. El operador de la cámara alertó a los efectivos, que detuvieron a los dos sujetos. Llevaban dos estéreos y venían de cometer un asalto en Quilmes.

Por Evangelina Himitian
De la Redacción de LA NACION

martes, 25 de agosto de 2009

Caso Mascherano

Como picaron todos...

¿Alguien lo creyó ingenuamente?

Ahora ya se sabe que era una publicidad de Fiat, pero... ¿alguien picó?

Más allá de la credibilidad intrapersonal y social, existe algo llamado ética, deontología en este caso. En este campo de acción deontológico donde se juegan valores y responsabilidades exclusivas del productor de sentido, es imprescindible la transparencia desde un principio. Y no es lo que se propuso.

A cambio tuvimos una manipulación del espectador a tal nivel que se aprovechó el broadcasting televisivo para motivar a todos a ver la fuente publicitaria en la web.

Hay que separar la ficción de la realidad. Una cosa es lo real real, osea, la publicidad. Una cosa diferente es lo real transmitido, es decir, lo que te dicen que es y que hagas. Otra cosa es lo real vivenciado, es decir, la experiencia de recoger la información de la pág web y ver los videos a modo de documental para llegar a la conclusión personal de que es una publicidad. A todo eso ya instalaron en el público el nuevo motor de coches.

Es hasta cierto punto aceptable que los programas inviten a acceder a la pag. web.

Lo inaceptable es que la publicidad juegue ilimitadamente con la credibilidad y pasividad del espectador, quien según la escuela de Frankfurt, en criollo, se cree todo lo que ve.

Entonces el punto no radica en los programas que invitan a ver el video, sino que se fundamenta en la manipulación sin límites.

Aplausos para Fiat por un lado, por la novedad. Abucheo por otro, por la falta de ética en el accionar publicitario.

El análisis queda a medias porque me calenté. Chau.

Links:
http://www.casomascherano.com.ar/
http://softwarelogia.com/2009/07/21/%C2%BFque-es-el-caso-mascherano/

sábado, 30 de mayo de 2009

Facebook

Hago una pasada a modo informal.

He oído de varias personas la idea de que facebook controla mucha información.
Es decir, no es novedad ni secreto lo que está sucediendo con la información brindada en forma voluntaria y proactiva por los usuarios, todos esos datos sensibles, ¿adonde van a parar?
Adivinemos. Miremos al área derecha de nuestras pantallas en facebook.

“Crea un anuncio

¿Te falta sabor? Saborizate!
Hay personas que necesitan ponerle sabor a sus vidas. Si sos una de ellas confesate y ¡ganá un concurso de cocina en el IAG!”


Ya no estamos hablando de encuestas en la calle, cuando estás caminando y una persona con una planilla te ruega cinco minutos para hacerte preguntas. Ahora uno entra a una aplicación, la instala en su perfil, resuelve un cuestionario y como premio el usuario es caratulado con un título.

Esto es así: Facebook segmenta a niveles tan minuciosos como exactos y precisos son los datos brindados por millones de usuarios alrededor del globo.

Lo importante es la personalización. Muchos hemos visto como en Minority Report cada pupila era escaneada, y los mensajes a potenciales clientes eran con nombre y apellido, pues no estamos tan lejos.

Entonces, las empresas que claro, quieren imperiosamente vender más, compran sus espacios de acuerdo al target de cliente al cual quiere llegar. Ninguna ciencia, pero sí toda una revolución en cuanto al foco de consumidores. Un lápiz bien afilado.
Un tanto agresivo, un tanto distendido, ya que nadie obliga a nadie. Pero el enlace está.
¿Quién habrá pensado que esta plataforma facebook fue ideada para la conexión entre personas? esa puede ser una utilidad que asegure la pertenencia a la red de millones de usuarios, pero sin dudas el objetivo primario es hacer más y más dinero, con negocios entre empresas cuyo objetivo es vender más a más personas, por nuevos medios que permitan hacer llegar las propuestas de las empresas en forma distendida pero agresiva.

“BucketFeet
BucketFeet are thoughtful, creative, hand-drawn and painted canvas shoes. Seen from Berkeley to Buenos Aires and beyond, BucketFeet are..."
Por ahora es todo lo que voy a decir. Queda tanto que voy a ordenar mi cabeza y retomaré entonces.