martes, 16 de febrero de 2010

Sonría, un software lo está filmando

25 Marzo, 2009 | Segurinfo 2009

Sonría, un software lo está filmando


La video vigilancia ya fue, ahora se viene la “video seguridad inteligente”. La afirmación subyace en una propuesta que parte desde el Gobierno nacional para tratar de responder a la demanda de mayor seguridad que aparece en encuestas de opinión pública en sectores urbanos de Buenos Aires y sus alrededores, un reclamo que se exacerba a través de los medios y de figuras como Susana Giménez, Sandro y Cacho Castaña. Luego de una prueba piloto realizada durante nueve meses en la zona norte de la Capital Federal, el Ministerio de Justicia se apresta a replicar esta experiencia al resto de los barrios porteños. Según las estimaciones oficiales, a más tardar en 2010 habrá unas 300 cámaras que vigilarán las calles y las avenidas de Buenos Aires.

La video vigilancia y la video seguridad inteligente tiene algunos puntos en común: Ambas se basan en cámaras fijas o móviles de seguridad. Pero la video vigilancia obliga al monitoreo permanente de las imágenes por parte de policías o empleados de empresas de seguridad, con un margen de error considerable por cansancio visual. El nivel de atención de un vigilador ante sólo dos monitores decae mucho a partir de los 20 minutos.

Hay varios ejemplos de video vigilancia. Uno de ellos es la oficina de la Prefectura Naval Argentina en Puerto Madero, donde un grupo de empleados ven monitores donde se reproducen imágenes tomadas por cámaras instaladas en todo ese barrio de Buenos Aires, tratando de descubrir algún robo o accidente. “Es casi lo mismo que la vigilancia de un country”, según la definición del director general de Gestión Informática del Ministerio de Justicia, Eduardo Thill. Otro ejemplo viene del lado del cine, con la película Sliver, donde Sharon Stone es espiada por una multitud de cámaras en un edificio en Nueva York donde suceden misteriosos crímenes.

En cambio, la “video seguridad inteligente”, como la denomina Thill, se basa en el análisis de la imagen captada por las cámaras a través de aplicaciones informáticas, que generan alertas automáticos cuando sucede algo fuera de los patrones bajo los cuales fueron configurados y programados.

El funcionario mostró diversas aplicaciones de este sistema en la última edición del congreso Segurinfo, organizado por la asociación Usuaria, el 19 de marzo, en Buenos Aires. En ese escenario, explicó cómo funciona esta especie de "Gran Hermano" que está en marcha desde mediados de 2008 en los barrios porteños de Núñez y Saavedra, donde el ministerio realiza una prueba piloto junto a la empresa Telecom.

Gracias a la experiencia satisfactoria (“muy nutritiva”, dijo Thill) del ensayo, en cuanto a su funcionamiento, la cartera que encabeza Aníbal Fernández prepara una licitación pública para replicar la prueba en las 53 comisarías porteñas, donde ya está el espacio previsto para colocar los servidores y las computadoras y los monitores. "La idea es tenerlo operativo (al sistema) en 2010", vaticinó.

En la licitación los participantes podrán ofrecerse para dar la infraestructura y los servicios de todo el proyecto o de una parte. “Nos van a venir a ver desde los que fabrican una camarita web hasta que los arman una Ferrari”, reconoció el funcionario. “La mejor oferta será la que cumpla con los objetivos que estamos pidiendo. No nos sirven experiencias de otros países”, afirmó.

Convergencia

La “video seguridad inteligente”, es un ejemplo de la convergencia de las tecnologías de la información y de la comunicación. A través de redes basadas en los protocolos de Internet (IP), hoy de fibra óptica y en el futuro inalámbricas bajo Wi-Fi y WiMAX, se interconectan cámaras fijas y de tipo domo que permiten captar imágenes en alta resolución y con largo alcance visual, a razón de 25 a 30 imágenes por segundo, con servidores alojados en la comisaría de la zona y en el control ubicado en el Departamento Central de la Policía Federal. En esas dependencias policiales las imágenes se reproducen en monitores y son analizadas en tiempo real por programas informáticos. Luego de 15 días de permanecer alojadas en la comisaría, las imágenes serán descargadas para su archivo en el Departamento Central.
"La cámara es un comoditie, que depende el software y del objetivo al que se quiere llegar", afirmó Thill, quien estimó que "la demanda” proveniente del sector público y del privado por estos sistemas “será exponencial" una vez que se instalen las 300 cámaras en Buenos Aires.
Algunas de las demostraciones mostradas en Segurinfo consistían en programar al software para que se disponga un vallado virtual con autoenfoque en una zona determinada, como por ejemplo una playa de estacionamiento. Si una persona o un objeto traspasan ese vallado se dispara un alerta en uno de los monitores ubicado en la comisaría. Incluso, se puede emitir la misma alerta a un policía que se encuentre cerca de la zona monitoreada.
Otras aplicaciones posibles son definir una zona de exclusión y si alguien ingresa a ella el sistema avisará en la comisaría y a un móvil policial que se encuentre cerca de esa área. Por ejemplo, en los alrededores de un banco. También se puede configurar al programa para que detecte objetos abandonados en zonas determinadas o la sustracción de objetos fijos, o para que registre violaciones a una dirección de tránsito. Por ejemplo, un vehículo que circule en contramano en una avenida.
En el caso de las cámaras para reconocimiento de patentes, se aplican no para realizar multas por infracciones de tránsito sino para descubrir vehículos robados o utilizados en secuestros.
Estos sistemas también aportarán elementos probatorios para hechos delictivos a partir de archivos de imágenes que no se puedan adulterar o manipular, una cualidad en la cual Thill se esforzó en demostrar en su presentación. Las imágenes tendrán una especie de marca de agua que no se podrá quitar. Las cámaras no pueden ser orientadas al interior de propiedades, y sólo “personal autorizado” podrá acceder a ver y administrar las imágenes. Estas se guardan por 15 días en la comisaría y luego son derivadas al control central, donde permanecen a la espera de una ley que disponga su vigencia y el plazo para su destrucción. Al estar conectadas bajo una red IP, las imágenes pueden ser vistas a través de cualquier computadora que tenga el acceso autorizado.

Zonas peligrosas

La prueba se hizo Núñez y Saavedra, barrios de clase media en Buenos Aires que en los últimos años fueron escenarios de hechos delictivos de gran resonancia mediática, como la violación y el asesinato de la adolescente Lucila Yaconis en 2003, o el secuestro y posterior homicidio del joven Rodolfo González en 2008.
En esas zonas, donde tiene jurisdicción la comisaría 35º, se instalaron seis cámaras y otras dos destinadas al reconocimiento de patentes de vehículos. Telecom integró en este proyecto llave en mano aplicaciones de diferentes proveedores, y debió adaptarse a los requerimientos del Gobierno. En una oficina de la comisaría ubicada en la calle Cuba 3145 se instalaron un rack de servidores, dos monitores donde se pueden ver y analizar en tiempo real las imágenes y una pantalla de gran tamaño para "manejar situaciones" en conjunto con el Departamento Central.
¿Por qué el Gobierno eligió a Telecom? "Ellos decidieron ayudarnos, otras empresas nos dijeron que no", respondió Thill, quien recordó: “Primero fui a todos los ‘vendors’ de cámaras y de software. Me preguntaban: ‘¿Cuándo lo cobro?’ ‘¿Es contratación directa?’ Los únicos que se comprometieron fueron los de Telecom, que no me trasladaron sus problemas internos”, en referencia a la dura puja que mantienen Telecom Italia y la familia Werthein por el control de ese operador de telecomunicaciones.
Thill aclaró que la video seguridad inteligente es una herramienta más dentro de una estrategia en la lucha contra la delincuencia. “No significa que vaya a haber menos agentes policiales en la calle”, aseguró ante una consulta de PuntoGov, en una pequeña rueda de prensa posterior a su presentación en Segurinfo. Los objetivos de estas aplicaciones tecnológicas son prevenir, monitorear y reducir la cantidad de actividades delictivas y actuar con rapidez ante situaciones de emergencia, y mejorar la gestión del tráfico de vehículos y personas. El funcionario anunció que una aplicación similar comenzará a verse en la segunda mitad de este año en los aeropuertos internacionales para reconocer personas. Las imágenes captadas por las cámaras se vincularán a una base de datos de personas buscadas por la Justicia.

César Dergarabedian
Especial para PuntoGov

1 comentario:

paoleb dijo...

Ola escribo desde Rio de Janeiro, Brasil. Soy pesquisadora, videoartista y interessada en el tema de seguridad y control y como pensarlo en el contexto de latino amererica. Estamos organizando una muestra de trabajos artisticos que problematizam la videovigilancia y ponen en debate la presencia de cameras y el panoptico actual. si conosces trabajos sobre este tema realizados en pasies de america de sul - chile, argentina, peru, bolivia, venezuela, etc, y pode indicarnos agradecemos desde ja. gracias , paola barreto