sábado, 8 de marzo de 2008

Video Vigilancia en vía pública

“La ciudad toda atravesada de jerarquía, de vigilancia, de inspección, de escritura, la ciudad inmovilizada en el funcionamiento de un poder extensivo que se ejerce de manera distinta sobre todos los cuerpos individuales, es la utopía de la ciudad perfectamente gobernada” (Foucault, M. 1975, Vigilar y Castigar).

Sin dudas, el control social ejercido por los sistemas de videovigilancia en la vía pública, es el ámbito que más debate tiene en la actualidad debido a que, por un lado se buscan sumar medios de control para la seguridad del ciudadano, y por otro lado es el propio ciudadano quien se siente víctima de tanta seguridad, apelando que tanta vigilancia disminuye su libertad social y pública.

Lacan: “Puedo sentirme bajo la mirada de alguien cuyos ojos no veo, ni siquiera discierno. Basta con que algo signifique para mí que ahí puede haber otros. La ventana, si está un poco oscuro y tengo razones para pensar que tras ella hay alguien, es a partir de entonces una mirada. Desde el momento en que esta mirada existe, yo soy algo distinto en tanto siento que yo mismo me convierto en objeto para la mirada de otros” (Lacan, J (1954) El Seminario de Jacques Lacan. Libro 1: Los escritos técnicos de Freíd, 1953-1954. Paidós. Buenos Aires, 1996).
Según Lacan, las reacciones de cualquier individuo tienen un proceso psicológico, y resultados diferentes cuando éste sabe o sospecha que hay alguien que lo está observando. De esta manera, se apela a la legislación vigente, la cual obliga a notificar al ciudadano los espacios que son objetivos de video-vigilancia. (Lacan, íbid).

¿Quién legitimiza la presencia constante de sistemas de vigilancia? la conciencia social, la aceptación de estos medios de control de...¿quienes? la mayoría de los habitantes. ¿De los ciudadanos? La resultante es la pseudo aceptación democrática supervisada por mecanismos del control. La implementación del sistema se basa en la seguridad del ciudadano, de prevenir situaciones delictivas, y de registrar todo acto ilegal... ... flojo.

Un ejemplo concreto de los efectos secundarios que resultan de la presencia de cámaras de vigilancia en las calles, es lo ya implementado en la ciudad de Barcelona, en parques y calles muy transitadas, puntos clave del centro histórico de la ciudad, con el fin de ahuyentar a ladrones y vándalos. Según este proyecto se instalaron diversas cámaras en la Rambla, la plaza Reial y en la confluencia de las calles de Princesa y Montcada (este último lugar estaba advertido como sitio donde han proliferado hurtos con tirón por la presencia del popular Museo Picasso).

“Según los promotores de dicho proyecto, desde que en agosto de 2001 se instalara este sistema en la plaza George Orwell y Escudellers, éstos se han convertido en espacios públicos más seguros, y no porque la video vigilancia haya provocado una cadena de detenciones, sino porque los “sospechosos habituales” han decidido buscar víctimas en otras zonas de la ciudad.
Lo que mantiene positivo el efecto de las cámaras en Barcelona, sobre la lucha contra el delito, es la sincronización de métodos de trabajo del Ayuntamiento de Barcelona, la Gerenalitat –organismo de gobierno dependiente del Ayuntamiento-, la Delegación del Gobierno y la Fiscalía, que también ha contribuido a reducir el número de este tipo de incidentes enmarcados en el concepto de inseguridad Ciudadana”. Diario Belt online, click aquí para ver noticia.

Entonces, se impone la importancia de la sinergia que deben procesar y desarrollar todas las partes intervinientes del sistema que cumple la función. No sólo se debe preocupar por la implementación operativa de las cámaras, sino su buen funcionamiento desde diferentes roles políticos y civiles. Desde el Gobierno Nacional hasta su delegación, el Ayuntamiento –en el caso español-, la más acotada figura de gobierno en una ciudad, y el área técnica que forma la última pero muy importante misión: supervisar todo el tiempo lo que las cámaras registran. Sino es un trabajo en vano.

A nivel mundial, Argentina se encuentra en plena evolución con los sistemas de video-vigilancia. En el transcurso del 2008 y 2009 se han poblado de ojos digitales las ciudades de Córdoba, La Plata entre otras tantas.

Puntualmente en la Ciudad de Buenos Aires, hay propuestas concretas para la creación de registros de video filmaciones de la CABA, para los espacios públicos de concentración masiva o de alta peligrosidad en materia de seguridad urbana.

El diputado de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Enríquez, publicó en su weblog de Parlamentarios Argentinos el 1 de agosto de 2006, su proyecto de ley donde propone “auxiliar los organismos de seguridad con herramientas idóneas para enfrentar el fenómeno del delito y la inseguridad urbana”. El proyecto de ley tiene la intención de filmar permanentemente espacios públicos o de uso público, de gran concentración ciudadana o de alta peligrosidad. Este proyecto también intenta “incluir en el Código Contravencional la figura de vigilancia injustificada o merodeo, que sanciona a aquellas personas que acechen espacios públicos en situación sospechosa, con la que se pretende potenciar la labor policial preventiva, sobre la represiva y, con ello, ganar en seguridad”.

Calvo, P., septiempre de 2007: “En los últimos dos años, pasaron de 100 mil a 200 mil de cámaras ubicadas en vía pública y estaciones de subtes y trenes”[...]. “Claro está que lo que pasa en nuestro país es pequeño en comparación con ciudades como Londres, París o Nueva York. En 2004, la Comisión Europea avisó que, en el Reino Unido, durante los años 2002, 2003 y 2004, el número de cámaras se había cuadruplicado y ahora son más de 4 millones de unidades, de acuerdo a una investigación de la Comisión Europea. Según los datos obtenidos en ese estudio, el 90 por ciento de los británicos consideraba que la presencia de cámaras en las calles es un hecho positivo. El 66 por ciento de los londinenses estaría contento si un sistema de control fuese instalado en la calle en que vive y el 47 está convencido de que las tele cámaras ayudan en la lucha contra el delito”. Diario Clarín, click aquí para ver noticia.

Esta filosofía se acerca a la distopía Orwelleana propuesta en la novela 1984, donde el sistema social se encuentra íntegramente controlado por el Gran Hermano, un partido político que restringe todo acto de libertad y autonomía humano. Todo participante de la sociedad debe funcionar de una manera sistemática, y quien no lo hace es considerado un delincuente, quien es vaporizado. En nuestra realidad espacio-temporal, nos encontramos en una etapa de poblamiento de cámaras, al servicio de los poderes económicos y políticos, con legitimidad popular ya que la inseguridad civil es atroz y parece no ceder.

Más allá de los conceptos éticos, la tecnología que se emplea en la vía pública es de cámaras panópticas funcionando las 24 horas. Las imágenes se envían al Departamento de Video Operativo de la Policía Federal, que incluso llamó a licitación pública para comprar un móvil satelital, blindado, para la transmisión de imágenes de video. Diario Clarín, click aquí para ver noticia.

Cierto es que se encuentran en funcionamiento en la Ciudad de Buenos Aires un total de 15 puntos clave en la vigilancia de la vía pública, destinadas al control vehicular. Click aquí para más información.

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